lunes, 22 de octubre de 2007

Sueños


Basta asomarse a ellos para comprobar las dimensiones de nuestro egoísmo y la naturalidad con la que se desenvuelve en nosotros, gravitante, absorbiendo todo lo otro hasta hacerlo un escenario sombrío, una transparencia nocturna, el amanecer de un día y el día, colocar nombres para arrancarlos con todo y piel y enseñarnos, crudísimos todos, que no somos más que fantasmas, que los demás son solo cimientos y que sus sueños nos contienen de la misma intrascendente manera, como una lenta eyaculación de nuestro cuerpo sobre las cosas.

domingo, 21 de octubre de 2007

Soles dos

Encontrarte quieta en la mitad, enfilada
cómoda indispuesta o recreada con desmedida precisión
como si nada nos hubiera costado desordenar los cuerpos que
generosamente estorbaban, que ahí buscaban desapercibirse, unos mismos,
quizá dos en la mitad.

Verte alunada callando el comienzo de los días.
Verte feliz cuando regresas sin camino.

Mencionarte. Desaguisada por mí, mencionarte algo que valga y desmenusarlo:
si nada vale, si nada es.

Ser. Mi espejo. La claridad. Nuestros días.

jueves, 18 de octubre de 2007

Vida otra vez vida otra vez vida

Pensar una oración es pensar un comienzo, un
orden de reiteraciones delicadas, resarcidas
en el bosque de pensamientos que todo lo tapa y
en el que es tan fácil perderse, sentirse satisfecho
con el olor de las tardes,
volver a casa agachado con la sombra en los talones.
Su final, sin embargo, es pura quietud: uno
se aturde al reconocer el traslado y la demora, el aspaviento
y la paciencia de aquel vaivén superfluo. Se es otro sin pena,
sin molestia, sin orgullo
La última palabra puede ser vacua, puede ser
una vieja conocida incitándonos al azar de astros por conocer.
Puede ser lo que sea.
Pero entonces reta, interpela, regresa a la primera para exigir
la administración de los sentidos,
y en la primera se detiene a sembrar dudas
entre cada letra circunfleja: uno mismo tendrá que recoger
lo que sobre y guardarlo cuidadosamente, como si de cristales
se tratara.
Si alguna vez llegara a romperse, la obligación de comenzar
una vez más no podrá eludirse.
Si la luna es buena,
es necesario que así sea.

jueves, 11 de octubre de 2007

Influencia


Veo en mi reflejo los rasgos que he querido en otros: en mí son canales por los que naufrago y me confundo hasta borrar por completo la línea entre el deseo y la tenencia: ¿mis ojos han buscado un reflejo o han inventado uno para el que me prometió un rostro?, me pregunto y no sé cuáles son los ojos que ven, cuáles los vistos, quién soy mientras miro y soy, qué palabras sobre qué palabras, y no queda nada y no me creo una lágrima más hasta que no esté seguro de su autoría.

El día en que naceremos


Me preguntas, me cuentas. ¿Alguna vez lograré una respuesta completa, que involucre lo que en mí atravieza el tiempo? Recuerdo y no puedo más que ceder ante la presión de la tenue coloratura de la memoria. Si me sigues viendo, puedo intentarlo hasta un último comienzo... Si me sigues viendo, el relato no será el mismo dos veces, pero sí la sensación de que el evento más mínimo, junto con sus sombras, calza en el espacio que dejará lo que me falta.

viernes, 5 de octubre de 2007

Hágase usted un comentario

y vea sin rubores el tono cada vez más pálido de sus mejillas
la inclinación ligera que pone al cuello en situación difícil, geométrica
ansiosa de ser más que esos músculos, venas, nervios,
el cómplice de una monótona respiración.

sí... y sienta la presencia de los demás entre tanta tinta, tanto gasto
el pensamiento que hace las veces de compañía, los entuertos
los gastos médicos, los saludos antes durante y después de cada muerte.
Las crisis.

Despídase. Fíjese bien en la sonrisa antes de darse la espalda. Presienta
la alevosía, júrese perdón, fermente una envidia secreta.

Vea bien. Es usted.

jueves, 4 de octubre de 2007

Fundación

Se planificó: meses enteros que fueron fiebres, calores
derramados sobre el futuro.

Su imagen parecía disolverse
parecía hincar el pasado en su retorno.

El hilo y el agujero en mí, la ida y la vuelta,
las redenciones antes del inicio, el juramento ante la ley
que dejó de serlo.

Una vez listo, entre muros y manos aplastadas y cemento
y una interminable lista de momentos detrás de la línea de lo demás,
entre el murmullo de las alegorías que el viento,
una vez listo,
miro tratando de encontrar la oscuridad en el fondo de ojos
de pronto solo imaginados, vueltos de repente y de repente solos
sin otro destino que ellos mismos.

martes, 2 de octubre de 2007

Paciencia y ficción

Una palabra como una aparición
un descalabro
que nada vale en las vísperas.

Hace falta desespero.

Mi continencia un augurio
y la verdad en ella aterrada
por sus estampidas el cierre de toda herida.

Dije no negaré
la certeza de las ansias no
comenzaré.

Dije nadie podrá negarlo; esperamos
juntos

y el resultado es otro,
una estatua gastando sus mediodías al tiempo y su paciencia.