viernes, 20 de agosto de 2010

Perdidos

La Literatura te promete todo, porque no te promete nada. Es un placer para nosotros los comunes constatar que Rulfo fue un burócrata y que Dostoievski quemaba sus días en los casinos, reventado de deudas. Pensamos con toda la ingenuidad necesaria: para ser ingeniero necesitas condiciones. Para ser escritor solo necesitas un cierto deseo, un cierto extravío.

Y todos deseamos y casi todos podemos estar perdidos.

No hay comentarios: