lunes, 20 de septiembre de 2010

Buenas referencias

Cuando dices "El Perú avanza" y te refieres a tu barrio residencial, si bien el significado de la palabra "Perú" que ambos compartimos es el mismo, la referencia de nuestras palabras es muy diferente. Eso vuelve inestable la comunicación. En cierto sentido, que ambos sepamos lo que la palabra significa se torna irrelevante. La imagen de lo que mejora está incompleta en un caso y completa en el otro (adivinen en cuál). La referencia, al parecer, es más importante, en algunos casos, que el mismo significado. Al punto que llega a ser el límite entre la verdad ("Mi barrio/ mi familia avanza") y la falsedad ("El Perú avanza").

Se puede argüir: es un mal uso de la palabra "Perú". En ese caso, tengo la ligera sospecha de que usamos mal las palabras en muchísimos casos.

Se puede argüir: sucede particularmente con "Perú", porque es un nombre propio, y los nombres propios son pura referencia. Yo digo: tanto peor. Porque "Perú", propio como es, significa tantas cosas como el más común de los nombres.

Al parecer, tenemos un segundo problema.

Y es: ¿cuál de estas definiciones del siguiente nombre propio es más correcta?
  • "Juan Campana es mi hermano"
  • "Juan Campana es el nombre de mi hermano"
  • "Juan Campana es un ser humano que mide A, pesa B, tiene los ojos C"
Y, complementariamente: la infinita cadena de significantes de la que hablan los deconstruccionistas, ¿no implica tratar a todos los nombres como nombres propios y a todas las definiciones como las equivalencias enlistadas en el párrafo anterior? Sabemos que un significado no es simplemente "algo que digo cuando me interpelan por el significado de una palabra", pero, ¿en virtud de qué lo sabemos? Las condiciones de verdad son solo una manera de devolverles a los usuarios lo que antes era de los diccionarios. Pero ¿en qué polos del circuito (emisor, receptor, canal, mensaje) se concentran las dosis mayores de la verdad?, ¿qué sitio tiene aquí la noción de verdad?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"'Perú', propio como es, significa tantas cosas como el más común de los nombres"

Ahí hay un error. Se está enfocando la diferencia entre nombre común/ propio como un asunto de cantidades. La diferencia es cualitativa.

Marco Tulio Capica dijo...

Esa diferencia es, precisamente, por lo que estoy preguntando. Si una teoría del significado explica la diferencia -cualitativa- entre nombre propios y comunes -sin la salida fácil de que unos simplemente no tienen significado y los otros sí-, cumple con su cometido principal, pues estaría definiendo el significado de las palabras con aquello que lo vuelve distintivo.

Anónimo dijo...

No se puede establecer una diferencia entre nombre propio y nombre común, porque tu ejemplo de Perú funciona con "Mi país", que no tiene nada de propio.

Perú = Mi país...

Finalmente, propios y comunes comparten el mismo conglomerado de sentidos en la cabeza del hablante...