lunes, 27 de septiembre de 2010

Flores

Intelectualizar un gusto, recubrirlo con un barniz de inteligencia, hacerlo posible como un ensimismamiento comunicable, donde mi risa es tu risa y mi sospecha es el límite del mundo.

Al margen de todo ese ridículo círculo mental, las mujeres. Después de todo, a ellas les gustan las flores.

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