viernes, 1 de octubre de 2010

Otro punto de vista sobre el punto de vista

La posibilidad del punto de vista es, desde cierto punto de vista, terrible. El mismo puñado de intelectuales puede ser la encarnación del zeitgeist o el argumento para justificar el nacionalismo; luedo de convertirlos en fichas de un ajedrez mental de cafetería, un francés podría enumerar nombres para sentirse orgulloso de ser francés: en la segunda mitad del XVIII, nosotros. Y toda la abstracta admiración por el mundo de las ideas, tan si cuerpo, al tacho.
Así, el filósofo podrá tener el poder de desmantelar las cosas mediante el desgrane de sus presupuestos, pero el historiador podrá, como respuesta, desarmar los hechos de la historia sobre la que está parado el filósofo.

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