Terminé con mi vida, quedé satisfecho con los resultados, acomodé un par de cosas más, saqué un poco del polvo que cubría la superficie de casi todo. No podía evaluar objetivameten mi desempeño, no contaba con un criterio fuera de que no había nada más que hacer, de que no quedaba nada más que agregar. Cerré la puerta, coloqué un aviso todo amarillo y con letras negras muy claras ("En construcción") y me retiré más o menos orgulloso.
(sonaba Velvet, Lou canta como a punto de que nada le importe, nada importa, es tan hermoso...)
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