viernes, 1 de octubre de 2010

Cálculos

La falta de certeza sobre la autoría de ciertas obras es calculada. De esa manera lo quisieron las épocas pretéritas. Es así porque los accidentes de la vida diaria que son la vida misma hacen de cualquier persona indigna de sostener por sí misma algo tan importante como una religión con carácter normativo. Alguien lo notó a tiempo y ahora solo nos queda especularlo, porque ahora ya nadie se detiene a pensar en la virtud del autor, por la sencilla razón de que, en el espacio democrático, la voz, por sus pocas pretensiones y por el pequeño espectro de su interacción, es suficiente con ser una y libre. Pero créanme: esa ignorancia a posteriori es calculada.

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